Techa tu pérgola con Persianas Alicantinas
Tu pérgola con Persianas Alicantinas, una idea de decoración infalible que no pasa de moda.
Ahora que viene el buen tiempo, es hora de realizar pequeñas “chapuzas” para mejorar el aspecto de nuestros patios y jardines. Aprovechando las estructuras de pérgolas, las terrazas cubiertas con encantadoras persianas alicantinas se transforman en espacios excepcionales durante los días cálidos, brindando la oportunidad perfecta para disfrutar al aire libre, reunirse en un ambiente agradable o simplemente relajarse mientras se contempla la belleza del entorno.
Si tienes la posibilidad de sacar el máximo provecho de tu terraza, convirtiéndola en un lugar habitable y acogedor, te recomiendo que aproveches las ventajas que te ofrecen las persianas alicantinas. Este espacio merece ser cuidado y decorado, ya que puede mejorar significativamente tu calidad de vida al brindarte momentos maravillosos.
Las persianas alicantinas cuentan con una cualidad excepcional, actuando como magníficos filtros de luz y calor solar. Proporcionan sombras agradables y agradecidas en los días soleados, permitiendo al mismo tiempo la circulación de aire gracias a la disposición de sus lamas de madera o PVC.
Además de su función vertical, estas persianas también pueden ser aprovechadas en posición horizontal para cubrir un área mayor, convirtiéndose en un techo ideal al combinarlas con una pérgola. ¿Te gustaría conocer cómo techar tu pérgola de manera sencilla, segura y rápida?
Si eres una persona que disfruta resolviendo cosas por sí misma, te invito a seguir mis instrucciones detalladas a continuación. Después de leer este artículo, donde las persianas alicantinas son las protagonistas, descubrirás lo fácil que resulta llevar a cabo esta tarea y experimentarás una gran satisfacción personal al ponerlo en práctica.
Estos son los materiales que necesitarás para llevar a cabo la tarea:
- Lápiz o marcador y una cinta métrica.
- Un destornillador eléctrico.
- Persianas alicantinas a medida.
- Listones barnizados de 3×2 cm (cortados a la medida del ancho de tu pérgola).
- Bridas o presillas de plástico de aproximadamente 20 cm a 25 cm de longitud.
- 2 tirafondos por cada listón barnizado.
- Tijeras o alicates de corte.
Ahora que tienes todo en orden, es momento de pasar a la acción. Sigue estos pasos:
- Mide el largo de tu pérgola y divídelo en secciones iguales de un máximo de 50 cm. Marca estas divisiones, ya que serán los puntos donde colocarás los listones barnizados que sostendrán cada persiana alicantina. Necesitarás tantos listones como larga sea tu pérgola.
- Coloca los listones atornillados a la pérgola utilizando 1 tirafondo en cada lado. Debe haber uno al comienzo y otro al final de cada listón.
- Mide el ancho del listón donde se fijarán las persianas alicantinas. Divide esta longitud en partes iguales, marcando cada punto correspondiente al número de persianas alicantinas que deseas colocar en paralelo.
- Con la persiana enrollada, coloca la primera persiana alicantina en la pérgola y pasa las bridas o presillas por el espacio entre la primera lama y el montante. Ajusta las bridas abarcando todo según las marcas que hiciste en el paso anterior.
- Desenrolla la persiana y ajusta una presilla en cada lado de la persiana alicantina cada vez que llegues a un listón hasta que esté completamente desenrollada. Este paso es recomendable para evitar que el viento levante las persianas.
- Corta los extremos sobrantes de las bridas para que el techo interior quede limpio y sin excesos a la vista.
Recuerda que las persianas alicantinas deben quedar colgando unos 20 cm para obtener un resultado estético en la instalación.
- Repite el proceso con el resto de las persianas alicantinas que hayas dispuesto.
Es importante tener en cuenta que la colocación de las bridas o presillas es opcional y depende de tus preferencias. Sin embargo, constituyen una solución preventiva para mantener cada persiana alicantina estable en caso de fuertes ráfagas de viento, incluso durante el verano.
Por otro lado, siempre tendrás la opción de quitar las presillas cortándolas, enrollar las persianas alicantinas desde atrás si es necesario durante un período de tiempo y luego volver a desenrollarlas y asegurarlas con las bridas cuando lo desees.
¡Felicidades! Ahora has techado tu pérgola con persianas alicantinas. Descubrirás lo acertada que fue esta idea cuando aprecies cómo tu terraza se transforma en un espacio fresco y agradable donde podrás pasar mucho más tiempo sin sufrir el calor.
Además, al techar tu pérgola con persianas alicantinas, evitarás la necesidad de utilizar sombrillas portátiles que ocupan espacio y proporcionan una sombra menos eficiente.
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